Tu y yo

volamos tan alto.

El amor se acaba

... los recuerdos en cambio, son un flujo constante de sentimientos pasados, que te seguirán hasta el fin de tus días.
Y eso, si que es jodido.

·

Hablaban tanto de ella, que dejo de ser ella de quien hablaban. 

Solo apta para millonarios o enamorados

..y para mi desgracia yo era de los del segundo grupo y es que ella era como la heroina.
- ¿Una droga?
- No. Cara.

El era como el bambu

y ella como una tormenta....

La chica nube y el soñador.

Él se pasaba el día en las nubes y aunque caminaba por nuestro mundo, parecía que se deslizara por alguna de esas realidades lejanas.

Un día se sentó con Angie y su corazón roto.

Hablaron largo y tendido y tararearon canciones que solo ellos sabían.

Hasta que por…¿Casualidad? Se besaron. Se dieron el beso mas suave que se puede dar.

Y como al corazón roto de Angie no parecio importarle(no si era con el)siguieron un poco mas hasta quedarse sin saliva.

- Eres como una nube- le dijo colorado.

- ¿Fofa? – respondió algo molesta.

- No, no – Ambos rieron.

- Suave como una nube . . . blandita y acogedora-continuó

Angie le miro y le beso nuevamente.

Compartieron algún tiempo juntos, algunas horas, algunas semanas pero poco mas.

Por lo que tengo entendido un día, él decidió soltar todos los pajaros que tenia en la cabeza, y bajar de la nube en la que vivia.

Y allí se quedo ella,  en las alturas, como debe hacer una nube, mientras que el volvió a pisar el mundo aburrido y real por el que nosotros nos movemos.

Dicen, que hay dias en los que Angie da largos paseos nocturnos y le recuerda y sin querer echa algunas lagrimitas, de esas que se cristalizan y el bajo aquel festival de tristeza recuerda que un día, hace no tanto tiempo, toco el cielo.

No sé que dolió mas.

Sí irme con el, o que tu no me lo impidieras.

Estábamos todos en aquella vieja habitación, los chicos en el sofá, durmiendo apretujados, Miguel y su novia de entonces en el cuarto de al lado, y nosotros en el suelo con unas mantas como cama y nuestros cuerpos como sábanas.
Nuestras manos se agarraron y nos miramos largo y tendido. No dijimos nada. No hacia falta.Tus ojos eran serios, pero mas cercanos que nunca.
Alguien abrió la puerta. Era él, venía a por mi, me alegré.
- Cariño, vamos a mi cama - dijo con voz tierna.
Me levante, y al hacerlo nuestras manos(y corazones)se separaron.
Manuel estaba de espaldas, pero yo te mire, y tu, con la mas triste mirada de pena, te despediste.

Angie.